Te vi, estabas recostada en tu lecho, ensimismada en tu mundo, ese al cual yo no tengo derecho, te veías hermosa, me inflamaste el pecho, mi niña hermosa, fábrica instantánea de mis deseos, de mis más profundos anhelos, te amé en ese momento, pocos segundos que fueron suficientes, me llenaron completo, tu tierno rostro me paralizó, quedé estacionado en el tiempo, me dejé llevar, quedaste grabada en mi mente, ese dulce instante, paraíso de mi amor, ese que me quema por dentro, me embriagaste con tu aroma, ese que brota de tu cuerpo, me matas lentamente, muero..
Hughbarrish
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