domingo, 18 de octubre de 2015

Estío, vete ya...

Imposible no escribir, cuando en el romance mágico entre la noche y el nuevo día que amenaza con aparecer, los pensamientos vuelan cautivos buscando el calor de un cuerpo que lo acompañe en su romántico amanecer, miradas y sonrisas tiernas que hagan llover besos y caricias que al cuerpo hagan humedecer, más, ante la imposibilidad de no poderla tener, quién sabe a quién, divago en aquello que de pronto pudiese florecer, mi alma gemela que caliente el frío de mis soledades, que juntos por siempre formemos un nido en lo más alto de los cielos estrellados, donde la traición no llegue, solo la felicidad sea el aire que respiremos abrazados formando un solo cuerpo, una sola alma en un mundo soñado donde nadie nos pueda ver, solo seamos ella y yo, arrullados con el dulce trinar de las aves, serenata permanente que no cese, allí donde el sol sea nuestro sol, las dulces gotas del rocío acaricien nuestros rostros, tu mirada y la mía se fundan por siempre, en nuestro mundo encantando por el suave sonido de tu voz que me susurre al oído, te amo mi amor, tú amada mía, yo recostado en tu regazo, bebiendo del dulce néctar de tus pechos sonrosados, tu acariciando mis cabellos, en un eterno lecho de amor, donde ambos seamos prisioneros de nuestros besos y miradas, abrazos extasiados con el aroma fresco de tu cuerpo, del éxtasis sublime, clímax perfecto del amor de dos...Imposible no escribir de mis más intensos anhelos, sí, en este amanecer de romances y amores, de sueños y vuelos, de hogueras de fuego que dibujen una sola palabra, amor, amor, amor, mi permanente desvelo... Hughbarrish

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