domingo, 11 de octubre de 2015

Ciega, vuelve a mirar...

Está ciega, dura, sin razón ni entendimiento, la soberbia cauteriza el corazón, lo mata, lo disfraza de felicidad, pero es mentira, por dentro está muerta y, aunque tiene las llaves de la libertad, no las puede tomar, está presa, no ha perdonado, el día que lo haga Dios le devolverá su vida, su amor, la verdadera felicidad. ¡Sí, está presa, solo Dios la puede liberar!, cuando en lo más profundo de su alma herida clame, cuando las lágrimas sean testigo de su necesidad perdida, cuando sus ojos miren a mis ojos, cuando con su tierna sonrisa me vuelva a cautivar, entonces gritará de felicidad, se lamentará por el tiempo perdido, por las canas que no contempló al aflorar, por mis brazos que siempre le regalaron seguridad...Pero está ciega, dura, muerta, presa en la cárcel de la infelicidad..                                                                                                                                                                Hughbarrish

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