Existes, lo sé, eres real, pero ahora habitas en mis sueños, en el desván de mis pensamientos, en el remolino de mis ensueños, en las borrascas candentes de mis deseos que por ti claman, a ti te reclaman, incluso, puedo percibir en el ambiente el olor sensual de tu cuerpo, el sabor salino de tu piel el cual bebo, tu ternura, ¡Ah, tu ternura!, mezclada con el danzar acompasado de tu cuerpo que enciende mis pasiones, me arrodillan a tus pies, los beso, entonces te poseo, una y otra vez, estertores hacen explosión en mi cuerpo, me mareas, me atrapas en la cárcel de tu vientre cargado de fogones ardiendo, que me consumen lentamente, absorbes mi aliento, poco a poco, desatas la locura del amor inconverso, ese que no tiene medida, nunca se sacia.. ¡Eres mi tormento!..
Hughbarrish
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